
Los Pomeranias son mi pasión, mi alegría y en ocasiones mi dolor. Mi vida es estar rodeada de pomes. Mis hijos los disfrutan y los sufren conmigo; mi esposo me acompaña a la par… soy afortunada de tener el apoyo de mi familia, a veces a la fuerza. Es difícil el camino de conciliar una carrera profesional (gerente de administración y finanzas de exportadora de cereales), criar hijos y a eso sumarles como hobby la cría de pomeranias y además participar activamente en las exposiciones caninas nacionales e internacionales. Es un combo sacrificado, no hay descanso, se trabaja de lunes a lunes. Vengo de una familia italiana amante de los animales, pero no criadores. Desde pequeña tuvimos en casa ovejeros alemanes y pekineses; algunos hijos de ejemplares de exposición pero en ese momento no estábamos inmersos en el mundo cinófilo. Esas mascotas de mi infancia fueron las que me acompañaron durante toda mi niñez y adolescencia y desarrollaron mi amor hacia los animales tanto de raza como mestizos, es así que también colaboramos con perritos de la calle. Conocí la raza Pomerania de pequeña, una tía mía tenía un Pomerania de los de antes, con hocico largo, fue de los primeros llegados a Argentina con la inmigración italiana de los años 50 y 60. La ilusión de poder criar pudo […]