Según la conducta social individual se pueden distinguir dos “tipos de gatos”:
Aquél que se alimenta de animales vivos (aves, roedores), que guarda ciertas características con su antecesor felino salvaje africano Felis Silvestris Lybica.
Son territoriales, solitarios con escaso o nulo contacto con el hombre durante la mayor parte de su vida. Denominado “gato feral” (“salvaje”). Este tipo de gato comienza a manifestarse entre los seis y ocho meses de edad, cuando comienzan las agresiones hacia otros gatos. Otra definición de gato feral según Mc Knight: “Un animal feral es aquél que fue domesticado o tiene ancestros domesticados pero que ahora vive como una criatura silvestre. No está bajo la tenencia efectiva de seres humanos y tampoco recibe protección, cuidados o alimento como obsequios liberados por personas.”
Por otro lado están los gatos que forman grupos estables. Son más “sociables”. La alimentación la adquieren del hombre, es decir establecen contacto con éste último. En general este grupo lo integran hembras, cachorros y juveniles. Suelen estar emparentados. No hay machos, excepto en edades tempranas de adultez entre los dos y tres años de edad, cuando abandonan al grupo. Puede aparecer agresión entre grupos diferentes.
Ya sean más solitarios o más sociables los gatos al ser una especie territorial limitan su espacio y se orientan en el mismo a través de conductas denominadas “marcajes” .Dejando sustancias químicas denominadas feromonas.
a) Marcaje con orina en forma de spray sobre superficies verticales.
b) Marcaje con heces: las dejan sin cubrir, es decir quedan visibles para otros gatos.
c) Marcaje con las patas delanteras: con sus uñas y glándulas plantares, dejando marcas visuales y olfativas. (Rasguños/ arañazos).
d) Marcaje facial. Muy importante este tipo de marcaje. Debe ser respetado por el propietario ya que puede desencadenar trastornos del comportamiento cuando se eliminan por ejemplo el 70 % de las mismas en el territorio (casa, departamento) que habita el gato. Dejan feromonas de apaciguamiento fundamentales para inhibir conductas indeseables como micciones en sitios inadecuados o agresiones.
También utilizan señales que pueden llegar a ser muy sutiles para comunicarse entre sí, para tomar, defender o dejar un recurso (alimento, lugar de descanso, lugar para dormir, el sanitario, etc.).
• Señales con la mirada. Se establece el rango de dominancia cuando un gato mira a otro de manera “desafiante”, mientras el otro (el subordinado) mira hacia otro lado.
• Señales con la postura corporal: rigidez de pabellones auriculares con rotación de los mismos hacia los laterales (gato dominante) o descenso ligero o aplanamiento de las orejas (gato subordinado).
- Elevación de la base de la cola con caída de su extremo (gato dominante) o enrollamiento de la cola contra el muslo (gato subordinado).
- Endurecimiento de los miembros (gato dominante) o agazapado y bajando el cuerpo hacia el piso (gato subordinado).
- Estación erguida (gato dominante) o echarse (gato subordinado).
Estas posturas pueden no ser reconocibles por el ojo humano no entrenado, dado lo sutil que pueden llegar a ser, además el gato dominante no necesariamente ejercitará su control o dominancia y el gato subordinado muchas veces tratará de evitar el encuentro con un dominante.
• Otra manera de comunicación es a través de sonidos:
- Con boca cerrada (ronroneos) es una señal de saludo.
- Con boca abierta pero cerrándola gradualmente (maullidos), otra señal de saludo.
- Con boca abierta (gruñidos, aullidos, gritos, chillidos) en situaciones de agresión.
• Comunicación olfatoria a través de glándulas, orina y /o heces.
Tener en cuenta que los gatitos nacen con la capacidad de aprender habilidades sociales específicas de especie, pero no con la destreza específica, es decir que gatos cachorros encontrados por el hombre, pueden perder la posibilidad de aprender importantes habilidades a partir de la madre. Puede no ser un problema mantener un gato así, excepto cuando se quiera introducir uno nuevo o también el ingreso de nuevas personas. Al no estar socializado puede no reconocer ni utilizar señales de saludo, de dominio, de sumisión, pudiendo ser agresivo (no aprendieron por ejemplo: la retracción de sus uñas, la inhibición de la mordida) o tímido.
Tamara Tobio M.V.
tamaratobio@hotmail.com